jueves, 5 de mayo de 2011

El pico del tucán.

Como volar no es su fuerte, este habitante del centro y del sur de América se desplaza dando saltitos. Algunas especies del tucán emiten un sonido parecido al de la rana, pero de mayor intensidad. De hecho, puede escucharse en la jungla a casi un kilómetro (media milla) de distancia. Sin embargo, lo que más sorprende a los científicos es su pico.

Reflexione: El pico de algunos tucanes alcanza el tercio de la longitud de su cuerpo. Uno pensaría que pesa mucho, pero no. Marc André Meyers, profesor de Ciencias de los Materiales, explica que la superficie del pico “está hecha de queratina, la misma sustancia que contienen las uñas y el cabello”, así como de “varias capas de pequeñas placas hexagonales sobrepuestas en forma de tejas”.

Su consistencia se ha comparado con una esponja rígida. Algunas partes son huecas y otras están formadas por filamentos y membranas, que lo hacen sumamente ligero y resistente. “Es casi casi como si el tucán fuera un experto en ingeniería mecánica”, comenta Meyers.

La estructura de su pico le permite absorber fuertes impactos. Con razón los expertos quieren adaptarla a las necesidades de la industria aérea y automotriz. “Los tableros de mandos hechos con materiales semejantes a los del pico del tucán ofrecerían mayor protección a los automovilistas en caso de choque”, señala Meyers.

La lengua del colibrí

Los científicos analizan diminutas cantidades de sangre, ADN y otras sustancias en portaobjetos de cristal del tamaño de la palma de la mano. En este mundo de microfluidos se emplea la aspiración o la succión para mover las gotitas, pero estos métodos no siempre funcionan. ¿Hay alguna manera mejor de transportar fluidos a escala nanométrica? Según John Bush, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), “la naturaleza ya tiene resueltos estos inconvenientes”.
Reflexione: El colibrí no malgasta energía succionando el néctar de las flores, sino que aprovecha las fuerzas de cohesión que hacen que una gota de agua sobre una superficie plana desafíe la gravedad y adopte su característica forma redonda. Cuando la lengua del colibrí entra en contacto con el néctar, la tensión de la superficie del líquido hace que esta tome la forma de una pajita y que el néctar suba por sus paredes. En resumen, el colibrí se ahorra trabajo dejando que el néctar ascienda por sí mismo hasta la boca. La acción se repite nada más y nada menos que veinte veces por segundo.
Este método de absorción se ha observado también en algunas aves limícolas, que beben agua de forma parecida. Comentando esta característica, el profesor Mark Denny, de la Universidad de Stanford (California), puntualiza: “La combinación de ingeniería, física y matemáticas aplicadas es simplemente maravillosa [...]. Si se hubiera pedido a un ingeniero o a un matemático que diseñara un método para que las aves pudieran transportar el agua desde el extremo del pico a la boca, no habría ideado nada igual”.
Les dejamos un video para que vean el impresionante vuelo del colibri.